Si no habéis estado, es un sitio más que recomendable. No sólo por lo que estáis pensando (cofee shop, barrio rojo...); las calles por las que perderte, la gente, los pueblos cercanos a Amsterdam... todos ellos merecen la pena. Nos quedó la pena por no haber visitado algunos rincones de la zona, pero bueno, no pasa nada; de este modo, tenemos escusa para volver otra vez.
La vuelta a la rutina, comienza hoy a las 07.00am. El despertador ha sonado como un martillo pilón. No era un mal sueño (me quedaba esa esperanza), tocaba ducharse, desayunar y coger el coche. Todo esto, como un robot, ya que era incapaz de abrir los ojos.
p.d. en este viaje, hemos conseguido un pequeño compañero de viaje, que os lo mostraremos próximamente. Su nombre es Theo........
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