Ayer fue la primera vez que entré en un bar a tomar un vermut con pintxo a un bar desde que entró en vigor la nueva ley del tabaco.
¿qué queréis que os diga? es una gozada. ¡hasta el pintxo me sabía mejor! Lo de poder entrar en un bar y salir sin ese asqueroso olor a tabaco, es genial. Muchos dicen ahora que los bares hueles a "fritanga", a desodorante o a sudor. Me da igual... lo soportaré.
lunes, 17 de enero de 2011
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